Defensa antiaérea de Sant Pere Màrtir

A lo largo del tiempo, la montaña de Sant Pere Mártir, situada dentro del Parque de Collserola, ha actuado como punto estratégico para la defensa del plan de Barcelona y Baix Llobregat.
Durante la Guerra Civil española (1936-1939), causada por un golpe de estado militar en contra del gobierno legítimo de la República, se estableció en la montaña un punto de defensa antiaérea y una estación de radio telefonía.
Además, la actual caseta de las Aguas fue reconvertida, puntualmente, en cuartel general de los soldados destinados en la zona. El ejército de Franco, con la ayuda de las aviaciones italiana y alemana, llevó a cabo bombardeos sistemáticos sobre la población civil: la guerra aérea se convirtió en unos de los factores claves para su victoria.

Ante esto, la Generalitat de Cataluña creó, el 1937, la Junta de Defensa Pasiva con la misión de construir refugios antiaéreos y de organizar el contraataque. El principal grupo de defensa antiaéreo de Barcelona se situó al cerro de la Rovira, mientras que a San Pedro Mártir y en Montjuic, se instalaron posiciones de apoyo. A San Pedro Mártir se construyó una batería antiaérea formada por tres bases de cañón o piezas de artillería con el objetivo de abatir aviones enemigos, pero su efectividad fue escasa y funcionó más bien como un elemento de disuasión. Todavía se conservan algunos restos que dan testigo de la presencia de los reflectors y de la casamata.
Hoy dos de las plataformas defensivas se pueden visitar como espacio de memoria representativo de la lucha para la defensa de la democracia en Cataluña.